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01.08.22

La entrada de la sede de la Fundación Pere Tarrés en Barcelona se ha llenado esta mañana de mochilas, sonrisas e ilusiones: una treintena de niños, niñas adolescentes y jóvenes de infancia en situación de vulnerabilidad se han ido en autocar hasta la casa de colonias La Conreria que tiene la entidad en Tiana (Maresme). Allí, junto a 8 monitores y monitoras voluntarios, participarán de unas colonias becadas que tendrán lugar hasta el próximo 5 de agosto. Con la misma ilusión, unos sesenta niños y niñas de seis a doce años han comenzado hoy también el casal becado en la escuela Vedruna Àngels en el barrio del Raval de Barcelona, ​​que tendrá lugar hasta finales de mes.

De este modo, comienza un intenso mes de agosto de colonias y casales becados por la Fundación Pere Tarrés, en los que se acompañarán alrededor de 1.400 niños y niñas de familias en situación vulnerable de Cataluña y Baleares. Concretamente, cerca de 900 participarán en unas colonias, mientras que más de 500 en casal. Ante la constatación de los beneficios que tiene el ocio educativo para los niños, adolescentes y jóvenes, en el marco de la campaña “Ayúdales a crecer – Ningún niño sin colonias”, la entidad organiza cada año estas actividades becadas para asegurar que no quedan excluidas las familias en situación de vulnerabilidad.

La Fundación prepara estas actividades la última semana de julio y durante todo agosto dado que es un período donde estos niños, niñas y sus familias necesitan este apoyo, ya que la red de asistencia social disminuye sus recursos en estos meses de verano.

Además, este año, los casales y colonias becadas son más imprescindibles que nunca porque, después de dos años de pandemia, la Fundación Pere Tarrés ha podido constatar cómo se ha agravado la vulnerabilidad social. De acuerdo con un estudio elaborado por la entidad a través de encuestas a las familias becadas el pasado verano, un 73% aseguró que su situación socioeconómica había empeorado en 2021. Asimismo, un 78% viven en riesgo de pobreza o exclusión social. Otro indicador que demuestra esta tendencia es que se ha disparado la demanda para acceder a uno de los tres centros socioeducativos que dispone la Fundación en Barcelona (Raval, Poble-Sec y Poblenou), donde durante todo el año, cada uno de ellos, ofrece refuerzo escolar y actividades de ocio a 200 niños de familias en situación de vulnerabilidad. Actualmente, hay cerca de 400 solicitudes en lista de espera.

El empeoramiento de la situación socioeconómica de las familias incrementada por la inflación y la subida de precios de primera necesidad se traduce en las dificultades para acceder a productos de primera necesidad como la alimentación, la energía o una vivienda digna. Estas situaciones también repercuten en el bienestar y en la vida cotidiana de los niños y niñas que, a menudo, sufren situaciones de angustia. Más allá de las implicaciones que supone para la salud emocional y psicológica de las familias, estos niños y niñas también arrastran las secuelas de las restricciones de interacción social y movilidad que ha supuesto la pandemia, durante la cual prácticamente no tuvieron contacto con otras personas más allá de su núcleo familiar o grupo burbuja.

Beneficios del ocio educativo

Las actividades de ocio educativo son imprescindibles para cualquier niño o niña, pero aún lo son más para quienes viven en situación de vulnerabilidad. Según un estudio elaborado por la Fundación Pere Tarrés con las familias becadas en el verano de 2021, 3 de cada 4 no pueden pagar unas vacaciones al año. Por eso, en el caso de estos niños y niñas, si no participan en una actividad de ocio, la alternativa es que se queden solos en casa. Además, en estos espacios, se les ofrece una alimentación saludable muy necesaria cuando termina la escuela y las becas comedor.

Por todo ello, las actividades de ocio educativo son esenciales para estos niños, adolescentes y jóvenes, puesto que, después de dos años de pandemia, es un lugar donde podrán compartir y convivir con otras personas que no son de su núcleo familiar. También es un espacio donde se trabaja con ellos la gestión de las emociones, por lo que les sirve como reparador emocional. Todo esto en un ámbito lúdico que, además, les sirve para reforzar conocimientos educativos y valores.

Desde la Fundación Pere Tarrés conscientes de todos los beneficios que conllevan las actividades de ocio educativo para los niños y niñas y, especialmente, los que conviven con situaciones de vulnerabilidad, cada verano pone en marcha la campaña “Ningún Niño y Niña Sin Colonias”, en cuyo marco se organizan los casales y colonias becados de este agosto a la vez que se conceden becas durante todo el verano. Con las solicitudes todavía abiertas, este 2022, la Fundación Pere Tarrés prevé becar este verano a unos 6.000 niños, adolescentes y jóvenes, un 10% más que el año pasado cuando se alcanzó la cifra récord de 5.249 becas.

En este enlace puedes ver en imágenes de la salida de las colonias becadas y la llegada de los niños, adolescentes y jóvenes a La Conreria.